Astronomía y Filosofía: Un Ensayo sobre la Esfericidad y el Movimiento Terrestre

Nicolás Copérnico, el renombrado astrónomo del Renacimiento, marcó un hito en la historia de la ciencia con su obra magna "De revolutionibus orbium coelestium". Publicada en 1543, esta obra no sólo desafiaba las concepciones geocéntricas profundamente arraigadas de la época, sino que también sentó las bases para la revolución científica. En el Libro I de su tratado, Copérnico aborda temas esenciales sobre la estructura del universo y la naturaleza de la Tierra y los cuerpos celestes. Este ensayo se enfocará en tres aspectos cruciales de dicho libro: la belleza y dignidad de la astronomía, la esfericidad del mundo y de la Tierra, y la interrelación entre la Tierra, el agua y los cuerpos celestes. A través de un análisis detallado de estos temas, se argumentará que la Tierra es esférica y rota alrededor del Sol, desafiando así las creencias tradicionales y proporcionando un marco conceptual que transformó nuestra comprensión del cosmos.
Copérnico comienza su tratado subrayando la importancia de la astronomía, destacando su belleza y su dignidad como ciencia. En la introducción del Libro I, él enfatiza que el estudio de las estrellas y los cuerpos celestes no es solo un ejercicio intelectual, sino una búsqueda de comprensión de las maravillas más sublimes del universo. Copérnico afirma:

pienso que principalmente han de abarcarse y seguirse con el mayor afán las que versan sobre las cosas más bellas y más dignas del saber. Pues, ¿qué hay más hermoso que el cielo, que contiene toda la belleza? (Libro I, Introducción)

Este pasaje resalta la perspectiva de Copérnico sobre la astronomía como una ciencia superior que no solo trata de fenómenos observables, sino que también aborda cuestiones filosóficas y existenciales. La astronomía, según Copérnico, es la culminación de las matemáticas y otras disciplinas científicas, ya que integra conocimientos de aritmética, geometría, óptica, geodesia y mecánica para comprender el cosmos.
En su defensa de la astronomía, Copérnico también menciona a los filósofos que precedieron su obra, quienes consideraban al cielo como una manifestación divina. Refiriéndose a estos pensadores, Copérnico señala:

"muchísimos filósofos le llamaron dios visible" (Libro I, Introducción)

La astronomía, por lo tanto, no solo se dedica a observar y describir los movimientos de los cuerpos celestes, sino que también explora las implicaciones más profundas de estos movimientos en nuestra comprensión del universo y nuestro lugar en él. Esta perspectiva holística y reverencial hacia el estudio del cosmos posiciona a la astronomía como una ciencia noble y esencial para el progreso del conocimiento humano.
En los capítulos iniciales del Libro I, Copérnico aborda la cuestión fundamental de la forma del mundo y de la Tierra. Argumenta que la esfericidad es la forma más perfecta y adecuada para los cuerpos celestes. En el Capítulo I, Copérnico afirma categóricamente:

"el mundo es esférico, sea porque es la forma más perfecta de todas, sin comparación alguna, totalmente indivisa, sea porque es la más capaz de todas las figuras, la que más conviene para comprender todas las cosas y conservarlas" (Libro I, Capítulo I).

Este argumento se basa en la perfección geométrica de la esfera, una forma que, según Copérnico, refleja la naturaleza intrínsecamente ordenada y armoniosa del universo. La esfericidad del mundo también es apoyada por la observación de que otros cuerpos celestes visibles, como el Sol, la Luna y las estrellas, presentan una forma esférica. Además, Copérnico destaca que las gotas de agua y otros líquidos tienden a adoptar una forma esférica, lo que refuerza la idea de que la esfera es una forma natural y óptima.
En el Capítulo II, Copérnico extiende este razonamiento a la Tierra misma, argumentando que también es esférica. Desafía las ideas de varios filósofos antiguos que sostenían que la Tierra tenía formas no esféricas, como Empédocles y Anaxímenes, quienes pensaban que era plana, o Leucipo, que la describía como un tambor. Copérnico afirma:

"Por todas estas cosas, juzgo suficientemente claro que la tierra y el agua conjuntamente se apoyan en un sólo centro de gravedad, y que éste no es otro que el centro de magnitud de la tierra" (Libro I, Capítulo III).

Esta observación está respaldada por el hecho de que durante los eclipses lunares, la sombra proyectada por la Tierra sobre la Luna es circular, lo que sugiere que la Tierra debe ser esférica para producir tal sombra. Además, Copérnico argumenta que la gravedad hace que las partes más pesadas de la Tierra se hundan, llenando con agua las depresiones y creando una superficie esférica equilibrada.
También, Copérnico profundiza en la relación entre la Tierra, el agua y los cuerpos celestes, destacando la interacción y la armonía que existe entre estos elementos. En el Capítulo III, Copérnico aborda la relación entre la Tierra y el agua, argumentando que juntas forman un globo único. Él señala:

"Y no es necesario escuchar a algunos de los peripatéticos, quienes consideraron que el agua es diez veces mayor que toda la tierra, aceptando la conjetura de que en la transmutación de los elementos de una parte de tierra resultan diez de agua" (Libro I, Capítulo III).

Copérnico refuta estas ideas al argumentar en contra de la teoría de que la Tierra era principalmente acuosa. En cambio, sostiene que la Tierra y el agua forman un sistema equilibrado, con la Tierra actuando como el centro de gravedad y magnitud, mientras que el agua llena las partes deprimidas de la Tierra. Esta visión contradice las creencias de algunos filósofos antiguos y muestra la profundidad de su análisis sobre la relación entre la Tierra y los elementos que la componen.
En conclusión, la obra de Copérnico en su Libro I nos lleva a un profundo análisis sobre la naturaleza de la Tierra y su relación con los cuerpos celestes. A través de argumentos sólidos y citas directas de su obra, hemos explorado la belleza y dignidad de la astronomía según la visión de Copérnico, así como su afirmación de que la Tierra es esférica y rota alrededor del Sol.
Hemos visto cómo Copérnico refuta las ideas de aquellos que pensaban que la Tierra no giraba y cómo argumenta a favor de la esfericidad de la Tierra y su relación con el agua y los cuerpos celestes. Su visión integradora y su profundo análisis nos llevan a una comprensión más amplia de nuestro lugar en el cosmos y la armonía que existe entre los elementos que componen el universo.

REFERENCIAS

  1. Copérnico, N. (1543). De revolutionibus orbium coelestium, Traducción Carlos Minguez Pérez, Ediciones Altaya, S.A., 1997

  2. Nicolás Copérnico y la ciencia moderna. (s.f.).
    https://www.semanticscholar.org/paper/caee0a8b189835ba24bf3c643582d897fecdbbaf

  3. Nicolás Copérnico: biografía - Dra. Ana Minecan

  4. La revolución copernicana: fundamentos 1/2 - Dra. Ana Minecan

  5. Copernic. De revolutionibus orbium coelestium/ Des révolutions des orbes célestes, edición de Michel-Pierre Lerner, Alain-Philippe Segonds y Jean-Pierre Verdet, con la colaboración de Concetta Luna, Isabelle Pantin, Denis Savoie y Michel Toulmonde, 3 vols. Les Belles Lettres, París 2015
    https://www.academia.edu/35514076/Copernic_De_revolutionibus_orbium_coelestium_Des_r%C3%A9volutions_des_orbes_c%C3%A9lestes_edici%C3%B3n_de_Michel_Pierre_Lerner_Alain_Philippe_Segonds_y_Jean_Pierre_Verdet_con_la_colaboraci%C3%B3n_de_Concetta_Luna_Isabelle_Pantin_Denis_Savoie_y_Michel_Toulmonde_3_vols_Les_Belles_Lettres_Par%C3%ADs_2015?email_work_card=view-paper